Entrevistamos a Eugenia Hinojal, nueva incorporación para el área de Propiedad Intelectual y Audiovisual de Lawesome.

Estamos en constante búsqueda de talento para formar parte de un proyecto ambicioso y consolidado. Entrevistamos a Eugenia Hinojal, nueva incorporación a cargo del área de Propiedad Intelectual y Audiovisual de Lawesome.
La propiedad intelectual es una rama del derecho que protege a los creadores de diversas obras. En esta entrevista hablamos con Eugenia Hinojal sobre el debate en torno a la inteligencia artificial y a la propiedad intelectual, el desafío legal respecto al concepto de autoría en la IA generativa o las incógnitas legales y preocupación por los "deep fake".
Pero como experta en materia legal audiovisual, Eugenia también nos cuenta cuál es el panorama y a qué retos se enfrenta la industria audiovisual vasca, de cómo puede la fiscalidad convertirse en una herramienta para financiar proyectos culturales y el rol que tiene un abogado en una producción audiovisual.
Te presentas como abogada de propiedad intelectual. ¿Nos podrías explicar a grandes rasgos qué es la propiedad intelectual y por qué es relevante?
Claro, la propiedad intelectual es una rama del derecho que protege a los creadores de diversas obras como, por ejemplo, obras literarias, científicas, audiovisuales o programas de ordenador, entre otras. Nuestra ley concede a los autores una protección sobre sus obras que, como regla general, dura toda su vida y 70 años tras la muerte del autor. Durante este tiempo el autor o titular de los derechos es quien decide en exclusiva cómo explotar sus obras y comercializar sus derechos. Con ello, el objetivo es continuar fomentando el desarrollo de industrias culturales y tecnológicas en beneficio de la sociedad, a cambio de una compensación.
Con la creciente atención y debate en torno a la inteligencia artificial y a la propiedad intelectual, ¿cuáles dirías que son los mayores desafíos legales más apremiantes a día de hoy?
Un importante desafío legal está en los modelos de IA generativa, como Chat GPT, o Midjourney que, son capaces de crear obras y contenidos altamente creativos a partir de imágenes, textos o contenidos preexistentes con los que han sido entrenados. Los debates legales que surgen alrededor de estos modelos están relacionados principalmente con el concepto de autoría de dichas obras o contenidos creados mediante IA, así como con la presunta infracción de derechos de terceros cuando las obras con las que han sido entrenadas dichas herramientas están protegidas por derechos de propiedad intelectual y no ha mediado un acuerdo de uso de estas obras para tal fin.
Una premisa importante es que, el hecho de haber contenido disponible en internet no quiere decir que sea gratuito y que se pueda utilizar sin la debida autorización. No obstante, el autor tiene que ser capaz de probar la infracción y no es tarea sencilla. Ya de por sí entender cómo funcionan estos modelos requiere de conocimientos técnicos muy amplios.
En Estados Unidos y Europa ya se han presentado varias demandas frente a las empresas que están detrás de estos modelos de IA por la utilización de sus obras o contenidos para el entrenamiento de estas herramientas. Hay muchas incógnitas legales alrededor de este tema e iremos viendo cómo los jueces responden ante las mismas.
Por otro lado, otra preocupación en este ámbito es la difusión de imágenes o vídeos de personas creadas por IA, o las “deep fake”. Su uso muchas veces tiene efectos muy negativos para la sociedad, ya que contribuye a la desinformación y la divulgación de noticias falsas, pero también para sus víctimas que sufren una violación de sus derechos al honor, intimidad y propia imagen o, una suplantación de identidad.
¿Cómo ves el panorama audiovisual actualmente en el País Vasco, lugar donde emprendes tu nueva aventura profesional?
El País Vasco es un destino muy atractivo para la producción de obras audiovisuales, sobre todo por la diversidad de localizaciones y la abundancia de talento preparado. Sin embargo, es cierto que cada territorio trata de ganar un mejor posicionamiento frente al resto y ello suele ir de la mano de una mejora de los incentivos fiscales y las ayudas directas.
Recientemente Vizcaya ha mejorado considerablemente los incentivos fiscales a la producción, ganando un mejor posicionamiento frente a otros territorios forales. Esto no solo beneficia a las productoras a la hora de financiar sus proyectos, sino que también tiene un impacto positivo en la economía local, generando empleo, atrayendo turismo y fomentando el crecimiento de la industria del entretenimiento.
De la misma manera, Álava y Gipuzkoa han recibido el visto bueno de la Unión Europea a la propuesta de incentivos fiscales en los sectores de cine y de artes escénicas y musicales, lo que supone sin lugar a dudas apuntalar un marco normativo para el impulso de la industria creativa y cultural en el País Vasco.
¿Qué impacto han tenido los nuevos incentivos fiscales en la industria?
Según datos facilitados por la Bilbao Bizkaia Film Commission, en el año 2022 se contabilizaron un total de 253 producciones que se materializaron en 166 rodajes, de los que 94 son proyectos vascos, 47 estatales y 25 internacionales. Todo ello, antes de que los nuevos incentivos aprobados en 2023 entraran en vigor.
La apuesta por la mejora de los incentivos fiscales en el País Vasco, no solo busca que el territorio se convierta en un bonito escenario, sino el impulso y fortalecimiento de todo un ecosistema en el que se lleva tiempo trabajando.
Hay que tener en cuenta que el paquete de medidas e incentivos tributarios previstos por las 3 Haciendas Vascas, convierte al País Vasco en el territorio con la fiscalidad más competitiva de Europa, lo que supone un atractivo indudable para las productoras que, pueden encontrar en la fiscalidad, la herramienta clave para financiar sus proyectos audiovisuales.
¿Cómo puede la fiscalidad convertirse en una herramienta para financiar proyectos culturales?
De la misma manera que se prevé en la Ley del Impuesto sobre Sociedades desde el 2021, la normativa tributaria del IS de los distintos territorios forales, va a permitir obtener financiación para proyectos culturales a través de contratos de financiación que permitan “ceder” las deducciones generadas a inversores que participen en la financiación de sus proyectos, sin tener que acudir necesariamente a estructuras más complejas basadas en Agrupaciones de Interés Económico, que no siempre se adecuan a las condiciones y necesidades de todos los proyectos.
Se trata de una herramienta tributaria que conocemos muy bien porque es un mecanismo similar al previsto en el artículo 64 bis de las NFIS, diseñado para financiar proyectos tecnológicos e innovadores con el que hemos tenido la oportunidad de trabajar intensa y exitosamente.
A día de hoy, ¿dirías que aún existen retos en la industria audiovisual vasca?
Ahora el sector audiovisual vasco está en pleno crecimiento y el éxito que están teniendo los incentivos fiscales es sin duda una apuesta en firme que ha hecho el territorio por esta industria. No obstante, siempre va a quedar margen de mejora en determinadas cuestiones.
En concreto en relación con la fiscalidad, por obvio que parezca, para que los incentivos fiscales sean realmente interesantes, es preciso que estos puedan ser provechosos no solo sobre el papel, sino también en la práctica. Teniendo en cuenta los usos habituales del sector y tratando de superar las barreras que puedan existir en otros territorios para ser más competitivos. En caso contrario, existirán limitaciones en su aprovechamiento y dejarán de ser tan atractivos frente a otros territorios que quieran hacer una apuesta más favorable. Para ello, el contacto con las instituciones públicas a través de las diferentes asociaciones existentes en el sector, es un elemento clave para poner encima de la mesa los retos y márgenes de mejora.
Asimismo, unos incentivos fiscales han de ser provechosos en la práctica, tener en cuenta los usos habituales del sector y, tratar de superar las barreras que puedan existir en otros territorios para ser más competitivos. En caso contrario, existirán limitaciones en su aprovechamiento y dejarán de ser tan atractivos frente a otros territorios que quieran hacer una apuesta más favorable. Para ello, el contacto con las instituciones públicas a través de las diferentes asociaciones existentes en el sector, es un elemento clave para poner encima de la mesa los retos y márgenes de mejora.
Además, el hecho de que este sea un sector cada vez más profesionalizado y que el talento sea cada vez más consciente del respeto a las cuestiones legales como por ejemplo, en materia de propiedad intelectual, los convenios de coproducción internacional, los convenios colectivos, así como la arquitectura jurídica que requiere la instrumentalización de los incentivos fiscales, conlleva la necesidad de tener un acompañamiento legal y fiscal que esté a la altura de esta alta especialización y que entienda de las sensibilidades del sector para ser un aliado que facilite el día a día en la producción dando al productor esa seguridad jurídica que necesita.
¿Qué rol tiene un abogado en una producción audiovisual?
En una producción audiovisual abunda el componente creativo pero, la labor del productor es tomar la iniciativa y responsabilidad de un proyecto que requiere la gestión de muchos recursos, entre ellos: de personal, contratación, presupuestaria, etc. El productor debe centrarse en su papel, pero teniendo presentes las premisas legales y fiscales que puedan surgir en todos estos ámbitos.
Por ello, el abogado es el profesional que advierte de estas cuestiones para asegurar la cadena de titularidad de los derechos sobre la obra audiovisual a favor del productor y, evitar conflictos jurídicos con terceros. Es recomendable que este asesoramiento se dé desde que surge la idea y se crean unos materiales previos, para evitar tener que salvar situaciones más adelante que puedan perjudicar la continuación del proyecto.
Por suerte, los profesionales son cada vez más conscientes de esto y, la profesionalización del sector de la que hablábamos antes, ha derivado en la creación de nuevas figuras profesionales que son cada vez más demandas en las producciones, comoel coordinador de clearance, el productor ejecutivo o el coordinador de postproducción, entre otros.
Asimismo, las exigencias de las plataformas tienen mucho que ver. Cada vez son más frecuentes las solicitudes por parte de los productores de informes legales o clearance report que analicen los aspectos legales de las producciones y toda la cadena de contratación y de derechos. Y esto no sólo desde el punto de vista de los derechos de autor, sino también desde el punto de vista de los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen, cuando el tipo de obra audiovisual así lo exige (series documentales, biopics, obras de género true crime, etc.).
Y todo ello sin mencionar los nuevos retos legales a los que se enfrenta la industria con la proliferación de las nuevas tecnologías y herramientas de inteligencia artificial, lo cual ya ha despertado la preocupación de creadores y artistas que se ven afectados por su empleo en las producciones.
¿Qué crees que puedes aportar con tu experiencia a Lawesome y viceversa?
Desde mi perspectiva, considero que esta oportunidad me permite aportar mi experiencia y conocimiento a un sector altamente especializado, al tiempo que ampliamos los servicios del despacho tanto para nuestros clientes actuales como para nuevos. Además, la plataforma Matx me parece una fantástica herramienta que facilitará la interacción entre inversores y proyectos innovadores y culturales y, potenciará nuevas oportunidades de negocio de manera muy positiva.
Por otro lado, esta oportunidad representa una oportunidad de crecimiento para mí, ya que me uno a un despacho innovador que se compromete a ir más allá, especialmente en un momento propicio como es la aprobación de los incentivos, y que cuenta con un equipo sólido y referente en sus todas sus áreas.